CÓMO ERAN LOS LIBROS AMERICANOS PREHISPÁNICOS

Códice Madrid, en formato biombo
Con la llegada de los españoles a América a finales del s. XV, se produjo, por una parte, una mezcla de culturas que dio otro mundo diferente, enriquecedor y diverso y, por otro lado, un intento de destruir las culturas americanas preexistentes por creerlas procedentes del demonio. En esto, los españoles, cristianos devotos que veían a los americanos como adoradores del diablo, fueron implacables. Uno de los bienes culturales que más sufrió esta persecución fue el libro. Ya había habido destrucciones previas a las llegadas de los españoles, ya que las distintas culturas americanas tampoco se respetaron demasiado en este sentido, pero nada comparado con la casi aniquilación de libros que se produjo por los "bienpensantes" religiosos españoles que creían estar "salvando" a los salvajes de la condenación eterna gracias a quemar sus libros demoníacos (dice el refrán: "líbrame de las aguas mansas, que de las bravas me libro yo").


LOS MANUSCRITOS MESOAMERICANOS

LOS MATERIALES Y LA ESCRITURA
Códice en papel de maguey,  anexo al Vol. 
757-CA-AH de la Biblioteca Nacional de Antropología 
e Historia de México. Estudiado por
González y Cruz ["El papel de maguey"]

Fue tal la destrucción que hoy casi no existen códices prehispánicos. Los pocos que se conservan proceden de la zona mesoamericana, por lo que los podemos encontrar citados como "manuscritos mesoamericanos", y se caracterizan por estar escrito por medio de pictogramas (pinturas y caracteres), sobre papel (de amate, o de maguey), cuero (piel de venado) o tela (de algodón). El papel maya se conocía con el nombre de "huun". Había dos tipos de papeles. El de amate se realizaba de forma semejante al papiro egipcio, entrecruzando las tiras de la corteza de una higuera silvestre (que se remojaba durante días y luego se moldeaba golpeándola). Daba un papel oscuro que debían colorear si querían más contraste para sus pinturas, Hoy en día se sigue fabricando. El papel de "maguey" o agave (en náhuatl , llamado “metl” o “mexcalmetl”) era de color claro y sus fibras se colocaban unas al lado de otras. Es un papel mucho menos conocido cuya fabricación no ha llegado hasta hoy en día (sí se hace papel de agave, pero no siguiendo las antiguas técnicas). Para saber un poco más sobre él véase el artículo de González y Cruz ["El papel de maguey"]
El papel no sólo lo utilizaban para los libros, sino también para vestimentas, abalorios o papeles para quemar en rituales.
Oficio de pintor en el Códice Mendoza, f. 70r
Los escribían los escribanos-pintores, conocidos como "tlacuilos" en nahuatl, o "ah dz 'ib" en maya. Solían tratar del arte adivinatorio, de los rituales, de su historia (incluida la genealogía), economía (tributos a pagar) o geografía. Eran pintores y también escritores, por la faceta pictográfica de esta escritura. Estaban bajo la protección de la diosa Xochiquetzal. Algunos de ellos pasaron a trabajar para los conquistadores, de ahí que encontremos códices "mixtos", con técnicas de tlacuilos, pero hechos para los españoles.
La escritura, sin embargo, no pertenecía únicamente a los tlacuilos; la gente pintaba los papeles para hacer ceremoniales, o apuntaban sus registros económicos los mercaderes. Pero sólo los sacerdotes y sus pupilos sabían escribir, pintar y leer los libros de "ciencias" (adivinatorias, rituales, calendarios...).
Los códices se guardaban en "amoxcallis" o casas de códices.

CÓDICES QUE SE CONSERVAN
Entre los que se salvaron de la quema, podemos distinguir varios tipos (dependiendo del lugar o la cultura que los realizó). Según los estudios de la revista Artes de México, existen los siguientes grupos:
Códice Dresde
1.- Los códices mayas. Con contenido caledárico-ritual: Códice Dresde (o Codex Dresdensis, 74 páginas, 3,56 metros. Debe su nombre a conservarse en la biblioteca de esta ciudad alemana. Trata sobre rituales y tiene un almanaque e información astrológica. Está plegado), Códice Madrid (o Tro-Cortesianus Codex, 112 páginas, 6, 82 metros. Se descubrió en dos partes separadas. Es el mayor de los códices conservados. Tiene almanaque, nociones de astronomía y de ceremonias y rituales) y Códice París (o Peresianus Codex, 22 páginas, 1,45 metros. Contiene profecías. El original está perdido y sólo se conservan copias). Y, desde el 2017, se habla de un nuevo códice llamado el códice Grolier (o Sáenz Codex. Fragmento de 11 páginas, no disponible al público). La mayoría de los códices mayas fueron destruidos por el obispo Diego de Landa en julio de 1562.
Facsímil del códice Borgia
2.- Los códices del grupo Borgia (de procedencia difícil de precisar). Son tratados adivinatorios (contenido calendárico-ritual): Códice Borgia, el Laud, el Vaticano B, Códice Cospi y Códice Fejervary-Mayor o Tonalamatl de los Pochtecas.
Códice Nuttall
3- Los códices mixtecos de Oaxaca. Trata sobre la genealogía (origen mítico de sus gobernantes): Códice Nuttall, el Vindobonensis, el Becker I, el Códice Bodley y el Códice Selden.
Tira de la peregrinación
4.- Los códices del centro de México o Mexicas: Entre el códice prehispánico y los coloniales. Son coloniales tempranos, pero aún con las características formales de los antiguos:el Borbónico (calendárico-ritual), la Tira de la Peregrinación o Códice Boturini (contenido histórico, en papel amatl), la Matrícula de Tributos (contabilidad de los tributos del imperio Mexica).

FORMATOS
Estos libros tenían gran interés para los aztecas, ya que tenían una utilidad administrativa (les ayudaban a llevar los tributos), religiosa (les indicaban su futuro) e histórica (contaba su pasado).
En cuanto a sus formatos, aunque se les denomina como "códices", no lo son en realidad, ya que el códice se vincula con el formato de pliegos cosidos, que no existe en este caso. Rojas y Batalla ["Soportes de la escritura mesoamericana"] hablan de los siguientes tipos:
Matrícula de
tributos
1.- Tira: "Es un pedazo -o varios de ellos pegados- de papel de fibra vegetal o de piel curtida. Su forma es alargada y estrecha. Puede presentarse de manera enrollada recibiendo el nombre de rollo; o plegada, en cuyo caso tendremos un biombo. Sus dibujos se disponen de forma continua; si están escritos en sentido vertical se transforma en banda, y será una tira, si el sentido de lo escrito es horizontal" (si quieres saber más sobre este formato, lee la entrada sobre el "formato rollo"). La matrícula de los tributos, por ejemplo, es una tira distribuida en forma de banda, ya que se lee verticalmente.
Tonalamatl de Aubin, vista de dos de
sus hojasabiertas y el resto plegadas
1-A) Biombo: "tira de piel o papel que se dobla en forma de acordeón [...]. En la primera y última hoja de estos códices solían unirse unas tapas de madera o de piel de animal, por lo que cerrado su aspecto era similar al de un libro encuadernado europeo". Su longitud suele sobrepasar los diez metros y los cuarenta centímetros de ancho. Este formato es el más común en los códices prehispánicos y generalmente se suelen leer tanto horizontal como verticalmente. Los ejemplos más típicos de documentos plegados en forma de Biombo son el Códice Borgia y su grupo, prehispánicos (piel, Tlaxcala-Puebla-Clolula); los códices mixtecos realizados en fecha anterior a la conquista (piel, Oaxaca) y los códices Borbónico (¿prehispánico?, México-Tenochtitlan, amatl)  Tonalamatl de Aubin (¿prehispánico?, Tlaxcala, papel indígena)".
Códice
Tulane
1-B) Rollo: "es una tira que, como su propio nombre indica, se enrollaba formando un cilindro con el fin de facilitar su archivo y transporte. Se conservan muy pocos códices en este formato, entre los que cabe destacar el Códice Tulane o Ñumi".
Lienzo de Tlaxcala
2) Lienzo: "Es uno o varios pedazos de tela cosidos que en ocasiones alcanzan grandes dimensiones, realizados de largas tiras de algodón, de amatl o de fibra de maguey. Era una de las formas más comúnmente usadas para la representación de mapas y documentar la historia de las aldeas y sus límites. [...] se cree que este formato también era utilizado en época anterior a la conquista pese a no conservarse ningún ejemplar. El número de lienzos documentados en los censos supera los cincuenta, la mayoría de Oaxaca, Veracruz y Michoacán, siendo muy raros los que se conservan del Estado de México y del Distrito Federal y ninguno del Suroeste de México, Guatemala e Hidalgo. Como ejemplo de documentos realizados en este formato merecen ser destacados el lienzo de Tlaxcala, pintado posiblemente en el siglo XVI y formado por cuatro trozos de tela de 105 por 203 centímetros cada uno, y que relata, entre otros hechos, la llegada de los conquistadores españoles a Tlaxcala; los lienzos de Zacatepec nº1 y Guevea, realizados ambos en el siglo XVI sobre tela en la zona mixteca; y los pintados por las mismas fechas en el occidente de México, denominados Lienzo de Jucutácato y de Sevina".
Manuscrito Aubin nº 20
3) Hoja: "Como su nombre indica, se refiere a un manuscrito pintado que consta únicamente de un pliego sin uniones con otras, ya sea de papel de fibra vegetal o de piel curtida de animal. Realmente el documento escrito en este formato es una unidad, un códice, incluso si es una hoja que se ha desprendido de un códice mayor desconocido. [...] Pese al desacuerdo que se plantea entre los distintos autores, existen dos documentos en este formato que pueden ser considerados como prehispánicos. Nos referimos al Códice del Culto o Tonatiuh o Manuscrito Aubin nº 20 (Oaxaca, piel) y el códice Waldeck (Oaxaca, papel nativo). Como ejemplos postconquista pueden mencionarse el Mapa de Sigüenza (siglo XVI, valle de México, amatl), Mapa de Coatlinchan (siglo XVI, estado de México, papel europeo)".

LOS LIBROS DESCRITOS POR LOS CRONISTAS DE INDIAS
Es curioso que, estos mismos religiosos cristianos que fueron la causa de su destrucción, son la fuente en la que nos podemos basar para hacernos una idea de lo que hubo. Es por ello que he indagado en los escritos de los cronistas de Indias, para rastrear las referencias que en ellos aparecen sobre qué libros existían en América. Los cronistas no se suelen extender sobre este tema, pero sus referencias son muy reveladoras.
Cuenta Pedro Martín de Anglería [Décadas del Nuevo Mundo, Libro VIII, capítulo I: Libros y escrituras de los mejicanos. Su cronología, pp. 335-36]:

"llevamos dicho que esta gente posee libros, y trajeron muchos, junto con los demás dones, estos nuevos colonos de Coluacán y los procuradores y mensajeros. En lo que ellos escriben son unas hojas de cierta delgada corteza interior de los árboles que se cría debajo de la corteza superior: creo que se llama "philira"; conforme lo vemos, no en el sauce u olmo, sino en la de los palmitos que se comen, que hay una tela dura que separa las hojas exteriores, a modo de las redes con agujeros y mallas estrechas, y las embetunan con unto fuerte. Cuando están blandas, les dan la forma que quieren y la extienden a su arbitrio, y luego de endurecida la embetunan, se supone que con yeso o con alguna materia parecida. Es de creer que Vuestra Santidad habrá visto tablillas, con una capa de yeso acribado como la harina, en las cuales puede escribirse cuanto y que luego lo borran con una esponja o paño para volver a escribir. De tablillas de higuera se hacen los libros que los administradores de las casas grandes llevan consigo por los mercados, y con un punzón de metal apuntan lo que compran para borrarlo cuando ya no lo han trasladado a sus cuadernos de cuentas.
No solamente encuadernan los libros, sino que también extienden a lo largo esa materia hasta muchos codos, y la reducen a partes cuadradas, no sueltas, sino tan unidas con un betún resistente y tan flexible, que, en comparación de las tablas de madera, parece que han salido de manos de hábil encuadernador. Por dónde quiera que se mire el libro abierto, se presentan dos caras escritas; aparecen dos páginas, y se ocultan bajo ellas otras dos como no se extienda a lo largo, pues debajo de un folio hay otros muchos folios unidos.
Los caracteres son muy diferentes de los nuestros; dados, ganchos, lazos, tiras y estrellas y otras figuras, escritas en línea como lo hacemos nosotros; se parecen mucho a las formas egipcias (de escribir). Entre líneas hay trazadas figuras de hombres y animales, principalmente de los reyes y magnates, por lo cual es de creer que están allí escritos los hechos de los antepasados de cada rey, como vemos que se hace en nuestro tiempo, que muchas veces en las historias generales y en los códices fabulosos los impresores intercalan las figuras de los que hicieron lo que allí se cuenta, para estimular a los que quieran comprarlos.
También las tablas de arriba (las cubiertas) las arreglan agradablemente de madera: cerrados esos libros, parece que no son diferentes de los nuestros. También se cree que escriben en sus libros las leyes, los sacrificios, ceremonias, ritos, anotaciones astronómicas y ciertos cómputos, y los modos y tiempos de sembrar."
Hoja del Mapa Quinatzin, quizá perteneciente a los
señores de Acolhuacan
Hay una gran cantidad de detalles interesantísimos en este fragmento. Por de pronto, describe dos tipos de libros: unos que parecen estar hechos con hojas plegadas y tapas de madera decorada, pero también otros de estilo "tablillas", donde poder escribir y borrar datos. Es la misma diferenciación entre tablillas de cera y rollos que existió en la antigua Roma. De esas tablillas hechas con higuera y yeso no he leído nada al respecto por lo que, para mí, es la primera noticia que tengo de que existieron este tipo de "libros" para los apuntes diarios en América. Los otros, los formados por esa hoja larga que parece descrita como plegada, hay algunos ejemplos entre los códices conservados, no así de sus tapas ni de sus refuerzos de tela. Como no parece que hayan quedado restos de engrudo o cosido que pudiera ayudar a mantener las tapas unidas a las hojas, parece ser (y, por el momento, parece ser la hipótesis más realista) que las tapas y el cuerpo del libro no iban unidas, sino que las hojas permanecían guardadas dentro de dichas tapas, pero que éstas debían quedar sueltas (de ahí que no se haya conservado ninguna ni queden restos en los códices).
La forma en que plegaban estos libros llamaba mucho la atención a los cronistas, que suelen referirse a este respecto. Así, Beral Díaz del Castillo [Historia verdadera de la conquista de Nueva España, Libro I, capítulo XLIV], cuando trata de los presentes que les entrega Moztezuma, dice que también les dieron:
"muchos libros de su papel cosidos a dobleces, como a manera de paños de Castilla".
De esta cita me llama la atención que se refiera a que están "cosidos", y que los compare con los paños de Castilla. Por estos dos comentarios parece que se está refiriendo al formato de "lienzo".

Sobre los tipos de libros, por su temática, podemos leer la clasificación que aporta Benavente [Historia de los indios, pp. 2-4]:

Códice Telleriano-Remensis, con almanaque de
augurios, calendario histórico, ceremonial, y
anales históricos (post-colonial)
Esta tierra de Anáhuac o Nueva España [...] según los libros antiguos que estos naturales tenían de caracteres y figuras, que ésta era su escritura, y a causa de no tener letras, sino caracteres, y la memoria de los hombres ser débil y flaca, los viejos de esta tierra son varios en declarar las antigüedades y cosas notables de esta tierra, aunque algunas cosas se han colegido y entendido por sus figuras, cuanto a la antigüedad y sucesión de los señores que señorean y gobernaron esta tan grande tierra; [...]. Había entre estos naturales cinco libros, como dije, de figuras y caracteres. El primero habla de los años y tiempos. El segundo de los días y fiestas que tenían todo el año. El tercero de los sueños, embaimientos, vanidades y agüeros en que creían. El cuarto era del bautismo y nombres que daban a los niños. El quinto de los ritos y ceremonias y agüeros que tenían en los matrimonios. De todos éstos, al uno, que es el primero, se puede dar crédito, porque habla de la verdad, que aunque bárbaros y sin letras, mucha orden tenían en contar los tiempos, días, semanas, meses y años, y fiestas, como adelante parecerá. Y asimismo figuraban las hazañas e historias e vencimientos y guerras, y el sueso (la sucesión) de los señores principales; los temporales y notables señales del cielo, y pestilencias generales; en qué tiempo, y de qué señores acontecían; y todos los señores que principalmente sujetaron esta Nueva España, hasta que los españoles vinieron a ella. Todo esto tienen por caracteres y figuras que lo dan a entender. Llaman a este libro, Libro de la cuenta de los años, y por lo que de este libro se ha podido colegir de los que esta tierra poblaron, fueron tres maneras de gentes, que aun hoy algunos de aquellos nombres. A los unos llamaron Chichimeca, [...] que no tenían manera de escribir ni figurar, por ser gente bárbara y que vivían como salvajes. Los de Colhua se halla que comenzaron a escribir y hacer memoriales por sus caracteres y figuras. [...] Los terceros [...] son los mexicanos [...]".
Códice Ramírez (postcolonial) Copia incompleta
de Códice Tovar. Narra la historia de los mexicas
Están citadas muchas de las temáticas en las que se separan hoy en día los códices. Es muy interesante también la diferencia que hace entre la cultura letrada de los de Colhua o mexicanos, y la iletrada de los de Chichimeca. En el códice Ramírez se habla de siete tribus:  tepaneca, tlaxcalteca, xochimilca, chalca, colhua, tlalhuica (sic) y la mexicana. Los chichimecas se toman como gente poco desarrollada, aunque se les incluye dentro de la tribu de los colhua.
Sobre el papel de maguey (cuyo nombre, como se explica en el texto, fue un término traido por los españoles del Caribe para referirse a ciertos cardos) y el de amate dice Benavente [Historia de los indios, pp. 249-52]:
Metl (agave)
Pulpa del amate que se aplasta con
una piedra plans
"Metl es un árbol o cardo que en lengua de las Islas se llama maguey, del cual se hacen y salen tantas cosas, que es como lo que se dicen que hacen del hierro; [...] Tiene sus ramas o pencas verdes, tan largas como vara y media de medir; van seguidas como una teja, del medio gruesa, y adelgazando los lados del nacimiento; [...]. De estas pencas hechas pedazos se sirven mucho los maestros que llaman amantecatl, que labran de pluma y oro; y encima de estas pencas hacen un papel de algodón engrudado, tan delgado como una muy delgada toca, y sobre aquel papel y encima de la penca labran todos sus dibujos; y es de los principales instrumentos de su oficio. Los pintores y otros oficiales se aprovechan mucho de estas hojas. [...] "Hácese del metl buen papel; el pliego es tan grande como dos pliegos del nuestro; y de esto se hace mucho en Tlaxcallau, que corre por gran parte de la Nueva España. Otros árboles hay de que se hace en tierra caliente, y de estos se solía gastar gran cantidad; el árbol y el papel se llama amatl, y de este nombre llaman a las cartas, y a los libros y al papel amate, aunque el libro su nombre
se tiene".
 En cuanto a la enseñanza elitista de la escritura de los libros de rituales, adivinanzas y calendarios, explica Landa [Relación de las cosas de Yucatán]:
Escribano maya. Desconozco procedencia
"los de Yucatán fueron tan curiosos en las cosas de la religión con en las cosas del gobierno y que tenían un gran sacerdote que llamaron Ah Kin May, y por nombre Ahau Can May [...] y que éstos proveían de sacerdotes a los pueblos cuando faltaban, examinándolos en sus ciencias y ceremonias y que les encargaban de las cosas de sus oficios y el buen ejemplo del pueblo, y proveían de sus libros; (además) atendían al servicio de los tempos y a enseñar sus ciencias y escribir libros de ellas. Que enseñaban a los hijos de los otros sacerdotes y a los hijos segundos de los señores que les llevaban para esto desde niños, si veían que se inclinaban a este oficio. Que las ciencias que enseñaban eran la cuenta de los años, meses y días, las fiestas y ceremonias, la administración de sus sacramentos, los días y tiempos fatales, sus maneras de adivinar, remedios para los males, las antigüedades, leer y escribir con sus letras y caracteres en los cuales escribían con figuras que representaban las escrituras. Que escribían sus libros en una hoja larga doblada, con pliegues que se venia a cerrar toda entre dos tablas que hacían muy galanas, y que escribían de una parte y de otra a columnas, según eran los pliegues; y que este papel lo hacían de las raíces de un árbol y que le daban un lustre blanco en que se podía escribir bien, y que alguno señores principales sabían de estas ciencias por curiosidad, y que por esto eran más estimados aunque no las usaban en público".
"Que conforme a la cuenta de los indios, hará 120 años que se desplomó Mayapán, [...]. Que lo principal que (se) llevaron a sus tierras estos señores que desampararon Mayapán fueron los libros de sus ciencias porque siempre fueron muy sujetos a los consejos de sus sacerdotes".
"Muertos, [...] enterrábanlos dentro de sus casas o a las espaldas de ellas, echándoles en la sepultura algunos de sus ídolos; y si era sacerdote, algunos de sus libros".
"En el mes de Uo se comenzaban a aparejar con ayunos y las demás cosas, para celebrar la fiesta, los sacerdotes, los médicos y hechiceros, que eran todo uno. [...] y celebrábanla por sí, cada uno de estos, en su día; primero los sacerdotes, (fiesta) a la cual llamaban Pocam. Se juntaban en casa del señor con sus aderezos, echaban antes al demonio, como solían hacerlo y despues sacaban sus libros y los tendían sobre las frescuras que para ello tenían, e invocando con sus oraciones y su devoción a un ídolo que llamaban Cinchau-Izamná, del cual dicen fue el primer sacerdote, y ofrecíanle sus dones y presentes [...] entre tanto, desleían en su vaso un poco de su cardenillo, con agua virgen, que ellos decían, traída del monte donde no llegase mujer, y untaban con ello las tablas de los libros para su mundificación, y hecho esto abría el más docto de los sacerdotes un libro y miraba los pronósticos de aquel año y los declaraba a los presentes".
"y dándoles los sacerdotes el incienso, lo quemaban en el brasero del fuego nuevo entre tanto los chaces embadurnábanlos con otro betún azul como el de los libros de los sacerdotes".
Escribano maya. Desconozco procedencia

"Usaba también esta gente de ciertos caracteres o letras con las cuales escribían en sus libros sus cosas antiguas y sus ciencias, y con estas figuras y algunas señales de las mismas, entendían sus cosas y las daban a entender y enseñaban. Hallámosles gran número de libros de estas sus letras, y porque no tenían cosa en que no hubiese superstición y falsedades del demonio, se los quemamos todos, lo cual sintieron a maravilla y les dio mucha pena". "En esta oportunidad fueron torturados una gran cantidad de indios de los cuales muchos murieron, culpables de la existencia de una cueva repleta de Ìdolos de barro y calaveras. Entre las cosas que fueron arrasadas desaparecieron veintisiete rollos de signos y jeroglíficos en piel de venado".
Durán [Historia de las Indias, p. 21] también comenta la capacidad de los indígenas de contar los días y cómo hacían uso de artes adivinatorias:
Códice Tonalámatl de Aubin
"Tan luego como nacía un niño, llamaban los padres al tonalpouhqui, que explicaba los agüeros y el destino futuro del recién nacido. Valíase para esto del calendario religioso de que antes he hablado, llamado Tonalámatl, que quiere decir papel o libro de los días. Divídiase el Tonalamatl en veinte hojas, que cada una contiene un periodo de trece días, y todas reunidas los 260 del año sagrado. Los veinte días del mes corren por ellas sucesivamente trece veces. En cada hoja los días van numerados del 1 al 13, y de esta manera no se repite en todo el año un mismo día con igual numeración. La cuarta parte superior izquierda de la hoja, la ocupa la divinidad principal que domina en la trecena. La parte inferior los días, dando vuelta en escuadra sobre la derecha. Sobre esta escuadra están en una segunda, los señores acompañados de la noche, que son nueve y se van repitiendo: estos no hacen ciclo sino hasta los 360 días en el año solar. Hay en fin una tercera escuadra superpuesta, en que están pintados los agüeros; su interpretación no era conocida más que de los sacerdotes, y consistía en una complicadísima combinación el siglo, el acompañado y el día del nacimiento, sin olvidar ni la hoja del suceso."
"Tonalámatl es una combinación de las palabras "tonalli" (día) y "Amatl" (papel o libro). Como viene explicado, su calendario religioso constaba de 260 días, y las imágenes hay que leerlas en el orden indicado. Estos libros sagrados se conservaban dentro de los templos sagrados. Al respecto cuenta Torquemada [Monarquía indiana, cap. xix, p. 395]:
Pirámide de las Caritas, en Cempoala
"De cómo habiendo fundado Cortés la Villa Rica, pasa a Cempoalla, y del recibimiento que se le hizo: [...] Llegaron a un río adonde despues se pobló la Vera-Cruz (que ahora llamamos vieja) y pasaronle en unas canoas quebradas, y en balsas, porque iba hondo, y descubrieron de la otra parte unos pueblos, sujetos a Cempoalla, [...]. Hallaronse ciertos adoratorios, con los ídolos, y lugares, donde se hacian los sacrificios, sangre derramada, braseros para saumar, y muchos libros de papel, que en la tierra entonces usaban, en que conservaban sus ritos y ceremonias, y los sucesos de casos acaecidos, e historias".
A pesar de que casi todos los textos remiten a México, la cultura de estos escritos llegaba hasta tierras cercanas. Así, Francisco López de Gómara, Hispania Victrix, cuenta que los mexicanos llegaron a tierras nicaragüenses:
"sea como fuere q[ue] cierto es que tienen estos que hablan mexicano por letras las figuras que los de Culhua. Y libros de papel, y pergamino, un palmo de anchos y dos de largos. Y doblados como fuelles. Donde señalan por ambas partes, de azul, púrpura y otros colores, las cosas memorables, que acontecen. E allí están pintadas las leyes y ritos. Que semeja[n] mucho a los mexicanos, como lo puede ver quien coteje lo de aqui con lo de México (ff. cxii vuelta-cxiiirecto) 
Para terminar, encuentro un par de alusiones más al tipo de material utilizado. Así, cuando en este libro se especifican los presentes que envía Cortés al emperador, se incluye que: 
"pusieron con estas cosas algunos libros de figuras por letras que usan los mexicanos, cogidos como paños, escritos de todas partes. Unos eran de algodón y engrudo, y otros de hoja de metl que sirven de papel, cosa harto de ver" (f. xxv recto)
Tenemos ya varias características que se vienen repitiendo: la comparación con la forma de plegar los paños, que están escritos por todas partes, y que se hacían con papel de metl (aquí añade el algodón con engrudo como otro tipo). También Francisco Cervantes de Salazar, Crónica de la Nueva España, libro III, capítulo XIX, habla de este presente de Cortés, y comenta el papel:
"Inviáronse con estas cosas algunos libros, cuyas letras eran como las que dice Artimidoro, giroglificas, de las cuales al principio usaron los egipcios. Eran figuras de hombres, de animales, árboles, hierbas, las cuales, pintadas, declaraban, como nosotros por nuestras letras, los conceptos de los que escrebían, aunque confusamente; eran estos libros, no como los nuestros, sino como rollos de papel engrudado, que descogidos daban a entender lo que contenían. Era este papel hecho de ciertas hojas de árboles; paresce papel de estraza, aunque más liso y blanco". 
El papel liso y blanco parece remitir al papel de metl. De nuevo tenemos la referencia al texto geroglífico (en este caso, con una comparación con el egipcio), y acaba con una comparación de su estructura, que compara con un rollo de papel engrudado, es decir, tiras de papel pegadas (como se hacían los rollos en la antigüedad). 

EL RASTRO EN LA LENGUA
La lengua sirve, en muchos casos, como historiadora de una cultura que se ha perdido. En este caso, en el "Diccionario etnolingüístico del idioma maya yucateco colonial" quedan rastros de la importancia del libro en esta cultura, gracias a la cantidad de palabras relacionadas con él que utilizaban:
- xoc- hun: Leer papel
- xoc -huun: Leer papel
- ah xoc hun: Lector de papel
- ma-ma-xoc: con falsedad leer
- anah-te: pergamino (corteza, pergamino que servían a los indios para escribir o pintar sus historias o jeroglíficos
- dzib: Escribir (escribir como quiera)
-dzib kah-lay: escribir memoria (matricular)
- u dzib-al kax t'an: escribir para amarrar palabra (escritura de contrato)
- kul-em dzib; lic-il dzib: sagrada escritura (escritura sagrada)
- huun: papel, libro (libro)
- húun: papel, libro (papel, carta o libro)
- y-uun-il kam: el libro de recibir (libro de cuentas)
- y-uun-il kah-zah: el libro de memoria (libro de memoria)
- dzal-bil huun: sellado libro (libro)
- ah chuy huun: costurero de libro (encuadernador, librero)
kah-lah-il-huun: memoria libro (libro de memoria)
- keuel huun: cuero libro (pergamino)
- kex huun: respuesta carta (contestación de carta)
- man-zah huun: llevar carta (correo, conductor)
- paa huun: conductor de pliegos (correo, conductor)
- pic huun: numerosas hojas (libro de molde, libro, cuaderno, cartapacio o volumen manuscrito, legajo de papeles)
- ah pul hun: el que lleva carta (correo o cartero)
- a pul huun: el que lleva carta (cartero, que lleva o trae cartas o mensajes así)
- xan-um.il-hun: mensajero de carta (carta mensajera)

EL QUIPPU Y EL TOCAPU: ¿EL LIBRO DE LOS QUECHUAS?

Signos en un tocappu
Signos en un quippu
Hasta ahora hemos estado viendo cómo eran los libros conservados en la zona mesoamericana. Pero, ¿y en el resto de lugares? Pues, en el caso de los incas tenemos el misterioso "quippu" que, supuestamente, es un sistema de escritura basado en hilos con nudos de los quipus y el los diseños geométricos de los textiles incas ("tocapu"). 
Inca Tupa Yuparti, con una vestimenta
de tocapu y signos numéricos, según
Guamán Poma de Ayala
El uso del quipu, en realidad, es preincaico. Se trata de un hilo en horizontal donde se cuelgan varios hilos verticales, de colores diferentes, y con nudos. Su información se pasará por medio de la disposición de las cuerdas, los colores, los nudos... Está muy claro su uso administrativo y sus secuencias numéricas. Más complicado está siendo entender sus textos.
En cuanto al tocapu, los signos se llevarían sobre la vestimenta, por lo que las personas se volvían libro (véase Gentile ["Tocapu"]). Parece ser que la palabra remite a "surgir de la montaña sagrada", y que dichas ropas sólo la portaban los nobles, por lo que volvemos a tener la conexión que se daba entre religión-nobleza-conocimiento de la escritura  que hemos visto también en mesoamérica.
Con esta visión cuasipoética de la persona como libro, portando los códigos de su escritura sobre su ropa, termino este repaso por los "libros" americanos, y su casi desaparición.



BIBLIOGRAFÍA PRIMARIA (Crónicas de Indias)
- Pedro Martín de Angleria, Décadas del nuevo mundo
- Toribio de Benavente, Historia de los indios de la Nueva España
- Francisco Cervantes de Salazar, Crónica de la Nueva España
- Bernal Díaz del Castillo, Historia verdadera de la conquista de la Nueva España
- Diego Durán, Historia de las Indias de Nueva España e Islas de Tierra Firme
- Diego de Landa, Relación de las cosas de Yucatán
- Juan de TORQUEMADA, Primera y segunda parte de los 21 libros rituales y monarquia indiana

BIBLIOGRAFÍA SECUNDARIA
-Boone, Elizabeth Hill ,"Tiempo, destino y dioses en el Grupo Borgia, Artes de México, CIX (2013), pp. 36-49.
- Gentile ["Tocapu"]:  Margarita E. Gentile Lafaille, "Tocapu: unidad de sentido en el lenguaje gráfico andino", Espéculo: Revista de Estudios Literarios, XLV (2010).
- González y Cruz ["El papel de maguey"]:  Carolusa González Tirado, Gabriela Cruz Chagoyán, " El papel de maguey como soporte documental: estudio de un códice Huexotzinca del periodo colonial", Conserva, XVIII, 2013, pp. 5-19.
- Hermann Lejarazu, Manuel A., "Historias y genealogías en imágenes de la mixteca", Artes de México, CIX (2013), pp. 54-61.
-León-Portilla, Miguel, "Las cosas divinas, humanas y naturales en los códices mesoamericanos", Artes de México, CIX (2013), pp. 8-23.
- Neurath, Johannes, "Los libros de piel de venado", Artes de México, CIX (2013), pp. 50-53.
-Noguez, Xavier, "Tres códices entre lo prehispánico y lo colonial", Artes de México, CIX (2013), pp. 62-71.
- Rojas y Batalla ["Soportes de la escritura mesoamericana"]:  Rojas y Gutiérrez de Garandilla, José Luis de; Batalla Rosado, Juan José, "Soportes de la escritura mesoamericana", Estudios de historia social y económica de América, XII (1995), pp. 639-50.
- Stuart, David, "Códices Mayas", Artes de México, CIX (2013), pp. 24-35.

5 comentarios:

  1. Se sabe muy poco de la historia del libro prehispánico. Gracias por tanta información

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    1. Así es, Georgina. Lo que me sorprende mucho es que, algo tan a disposición de todo el mundo hoy en día, como son las copias de las Crónicas de Indias que están disponibles en Internet, no hubiesen sido leídas y "vaciadas", como hago en esta entrada. Vi alguna mención suelta a algún texto, pero poco más. Hay tantísimas cosas interesantes en esos textos... Esas tablillas preparadas para escribir y borrar, las referencias a las tapas que están perdidas, el hecho de que lo españoles ya no reconociesen los libros plegados, y que los comparasen con el plegado de paños (que pudo ser un origen "textil" de este tipo de plegado, que no se ha estudiado que yo sepa), las tintas que utilizaban para su decoración... Y luego están las representaciones de los escribas porque deben existir unas cuantas, pero yo sólo hallé dos, sin referencia de procedencia (parecen pertenecer a vasijas, pero no estoy segura). En fin, que yo lo dejo aquí, a ver si alguien se anima a ir más allá en la investigación

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  2. Gracias por ese post tan interesante. Tambien existen los trabajos de Hans Lenz sobre la historia del papel en México. ¡Bravo por la iniciativa! Hay que seguir averiguando !

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  3. I agree. This post by Eva Rodriguez, a Spanish bookbinder, is the only source in the internet that I have found regarding the binding of Aztec and Mayan codices (and goes as far as to even comment on quipus). Otherwise, there is deafening silence, when it comes to understand a huge portion of a lost WRITTEN culture. Kudos to Eva, shame on the rest... (yes, there is the 1999 Wolfgang von Hagen book, but not that easy to find)
    Thank you Eva, again!

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  4. Gracias, Yama. A mí me sorprendió también mucho no encontrar nada escrito al respecto. Pero bueno, aquí está mi contribución a este estudio.

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