Hola a todos. Tengo el blog muy atrasado, y hoy subo la entrada que debía ir el domingo (el proyecto sorpresa). Los proyectos sorpresa son explicaciones sobre algún encargo que tengamos entre manos en
(en el momento de escribir la entrada). Hoy ha coincidido un encargo de
, para ser más exactos. Se trata de una caja abierta, con asa y dos compartimentos, que sirve para guardar revistas dentro. El encargo era para un tamaño bastante grande de revistero, que tuviera flores pero no muy exageradas, que llevara colores como el rojo, el marrón o el gris, y que se viera el nombre de su dueña.
El trabajo es complicado y esto no es un manual, sino una explicación de cómo lo hemos hecho, así que los pasos están explicados pero resumidos. ¡Espero que os guste!
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Boceto |
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Apuntes con medidas |
Teniendo en cuenta el pedido del cliente, lo primero que hicimos fue un boceto en Photoshop, donde cambiamos el rojo por un color vino y el marrón por un crema, para que la combinación fuese armoniosa. Para las flores nos decidimos por un estarcido de gardenias, y el nombre en una letra que también pudiéramos poner con plantilla. Optamos por un asa estilo maleta, y le pusimos unos laterales rojizos a juego con él. En cuanto se nos aceptó la propuesta, nos pusimos con el trabajo. Primero pasamos a unos apuntes las piezas que necesitábamos y el tamaño de las mismas. Es conveniente llevar estos apuntes en trabajos complicados, para saber qué medidas tenemos, qué piezas hemos hecho y por qué.
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Cortado de cartones |
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Caja montada |
En cuanto están claras la estructura y las medidas del revistero, pasamos a cortar los cartones. En mi caso, hago las cajas con una base de cartulina, sobre la que monto todas las piezas, con el cartón del fondo más pequeño que la cartulina, lo justo para que nos entren todos los laterales también sobre ella. Encolo las zonas de contacto, y coloco celo bien apretado en todas las esquinas para que se seque con él puesto.
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Pesos en el interior |
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Probar las medidas del cartón central |
Dejadlo así un día con peso dentro. Es bueno que la caja quede lo más firme posible para que se mantenga bien mientras trabajemos con ella. Yo aproveché para cortar el cartón central que iba a dividir el revistero por dentro. Antes de darle forma y prepararlo, lo metí en la caja y comprobé que las medidas estaban bien tomadas. Siempre recomiendo comprobar, tras cortar una pieza, que las medidas estén bien, antes de seguir trabajando y darnos cuenta del error cuando ya vayamos a pegarla.
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Zona central con dobleces para pegar |
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Corte de lo que sobra en la esquina |
Recortamos ahora la forma del asa y, para sujetar esta forma central dentro de la caja, le pegaremos a la pieza dos cartulinas, una por un lado y otra por otro, de mayor tamaño (tiene que sobrar por los dos laterales y por debajo, yo puse 2 cm). Echad la cola al cartón, no a la cartulina, porque la cartulina que nos sobre alrededor debe quedar libre, ya que vamos a darle un corte en las esquinas inferiores, y la doblaremos para que nos sirva como "lengüetas". Hay que hacer quitar un trozo de cartulina, cortada un poco en perpendicular desde el cartón hacia afuera, en las zonas donde las cartulinas laterales se juntan con la de abajo. Si intentas poner esta pieza de pie te darás cuenta de que necesita este pequeño corte para compensar el grosor de la cartulina de la "lengüeta" del fondo.Si no lo haces, las lengüetas laterales se van a doblar y no quedarán bien.
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Lengüetas centrales pegadas |
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Cartulina pegada en el resto del interior para reforzar todo por igual |
Al día siguiente, cuando la caja esté bien seca, le quitamos los celos y rematamos todas las esquinas con la plegadera, dándole bien para que queden las esquinas algo curvas. Cuando la caja esté bien terminada, señalaremos dónde se encuentra la mitad de la zona interior, en el borde superior de los dos laterales. Esta marca nos sirve para saber dónde vamos a pegar la pieza central. Le echaremos entonces cola a la pieza central por el exterior de las lengüetas, y bajaremos la pieza dentro de la caja hasta colocarla recta y en las dos marcas. Este pegado es mejor hacerlo entre dos personas ya que, si la cartulina se queda pegada un momento fuera de lugar, ya no hay forma de moverla. Para terminar de reforzar la caja por dentro, cortaremos dos cartulinas, una para el frontal y otra para la parte de atrás, que doblen y vayan desde donde termina una de las lengüetas laterales a la otra (y también con lengüeta para sujetar al fondo de la caja). Al igual que hicimos antes, hay que cortar una pequeña "uve" en las esquinas del fondo, para que encaje bien. Nos tiene que quedar cartulina cubriendo, por dentro, todos los laterales de la caja y de la pieza central. Siempre que peguemos, dadle bien con la plegadera, porque a estas piezas ya no les vamos a poder poner peso para que queden bien sujetas.
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Tela pegada en una de las caras del asa |
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Trozo de tela para rematar el asa por el otro lado |
El pegado de las piezas de recubrimiento es complicado de explicar. Básicamente se parte de varios puntos: va a haber una pieza que doble, y otra que remate. Por ejemplo, en la zona del asa vamos a pegar una pieza que sólo sea el asa. Empezamos por la cara que se va ver desde el frente del revistero. Ahí cortamos una pieza que doble hasta llegar al otro lado. Por la parte de atrás haremos el remate con una pieza recta, que cubra hasta llegar al final del borde del cartón, tapando los espacios en tela que han quedado por dentro del asa. El remate de la zona posterior, como es complicado, lo hice en dos partes: primero la tira de tela que va de lado a lado, y luego la zona específica del asa.
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Rectángulo recortado para doblar la tela y "salvar" el cartón central |
El siguiente paso es cubrir el revistero por fuera. Primero los laterales, que habrá que cortarlos de mayor tamaño por todos lados, ya que deben doblar hacia dentro de la caja (hay que quitar un pequeño rectángulo para "salvar " la pieza central cuando doblamos la tela), y también doblan hacia el fondo, y hacia la portada y la contraportada. Se quitará un trozo de tela de cada esquina, como hacemos en las portadas de los libros. Yo "peñizco" la tela en la esquina y corto lo que sobra, sin pasar la tijera demasiado cerca del cartón. Como queremos que se vea la tela roja también por todo el borde superior de la portada y la contraportada, lo que hacemos es colocar una tira de tela, de borde a borde.
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Plantilla de estarcido |
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Frente ya pegado |
Las piezas grises que van a ir en portada y contraportada se cortarán algo más pequeñas que el tamaño de la caja, para dejar ver todo alrededor las zonas donde está la tela roja doblada. De alto tiene que ser algo mayor, teniendo en cuenta que también irá doblada hacia el fondo de la caja. Antes de pegarlas en su sitio, se decorarán las piezas para que, si hay imprevistos, sólo tengamos que tirar un trozo de tela y no todo el revistero. En mi caso las plantillas de estarcido que uso las hice yo con acetato, pero también se pueden comprar. Usé tintas stazon porque la tela escogida para estas zonas fue la buckram, y otras tintas no iban a coger sobre ella. El color crema que se ve sobre el resto es una stazon "opaque", que son extremadamente cubrientes y permiten poner colores claros sobre oscuros.
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Tacos en la base |
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Patillas de los tacos dentro de la caja |
Tras colocar todas telas de alrededor, pegué por último la del fondo, sin llegar del todo al borde. Después le puse unos tacos de hierro, que van enganchados en el interior de la caja con unas "patillas" que se abren. Estas patillas de hierro pueden estropear la tela que recubra el interior, así que es conveniente taparlas con un trozo de cartulina pegada encima de la zona.
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Cubrimos primero el lateral interior |
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El fondo antes de poner la pieza final |
Para cubrir el interior uso lo mismo que para el fondo del revistero, que es cuero sintético (Sumeria) de color negro. Para hacerlo hay que señalar con la punta de un compás dónde queremos que llegue el cubriente interior. Yo le voy a dejar una franja roja a la vista, como he hecho por fuera. En cada zona del lateral marco dos puntos con el compás, y así sé dónde tengo que posar el cuero al pegarlo. Las piezas laterales se cortan de mayor tamaño, porque serán las que doblen hacia los frentes y hacia el fondo. Luego corto un poco más pequeño que el frente los trozos que van a cubrir todos los frentes por dentro, dejando, eso sí, más larga la pieza para que también doble a la zona del fondo. Para rematar el revistero, pegaremos las dos piezas que cubren el fondo.
Y así es cómo hemos hecho el revistero. Un trabajo laborioso y complicado, pero seguro que va a ser el regalo más original que le hagan a esta amante de las revistas. Espero que a vosotros también os guste. Creo que es lo primero que pongo exclusivamente de cartonaje en el blog, así que es una novedad. Como veis, con cartón se puede hacer cualquier cosa que se os pase por la cabeza (menos cohetes a la luna). Si tenéis alguna idea de cartonaje que queráis llevar a cabo, nos encontraréis en
Ojodeva. ¡Saludos y a disfrutar del día!
Muy bien explicado! Me quiero poner a ello este fin de semana porque querría darle un toque diferente a mi cuarto, gracias por los consejos, espero que me salga la mitad de bien que a ti jajajajaja
ResponderEliminarPues espero que te salga estupendo. Si tienes alguna duda, avisa
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