Bajo la denominación encuadernación árabe encontramos, en realidad, varios tipos de encuadernaciones. Sucede lo mismo que las encuadernaciones
, de las que ya hemos hablado, que engloban estilos diferentes bajo un mismo nombre.
Los árabes retomaron la encuadernación copta de madera y cosido de cadeneta sin nervios, y la adaptaron al estilo árabe, sobre todo en las decoraciones geométricas y vegetales, sobre una piel colocada como recubrimiento. Las encuadernaciones árabes de la Edad Media trabajaban con muy buenas pieles, flexibles y finas, un material excelente que les permitía realizar una serie de decoraciones que no se podían desarrollar sobre pieles duras como el pergamino. Gracias a ello, innovaron en las decoraciones de las portadas, y utilizaron tanto el gofrado como el dorado, el repujado y el añadido de incrustaciones de piel.
|
S. X, con tapa y dorado |
|
S. X, gofrado con lacería |
Las decoraciones más comunes fueron las lacerías, cordones, caracteres epigráficos, trenzas, estrellas y hojas de acanto. También vamos a poder encontrar figuras simbólicas como la mano de Fátima, las cruces, los siete círculos o la estrella de seis puntas (sello de Salomón). Todas ellas tienen un significado religioso y se repiten por toda la tapa, en un horror vacui decorativo. En las encuadernaciones de carterita encontramos un estilo muy repetido de mandorla central rodeada de cuatro esquinas (que son símbolos solares).
|
Relaciones entre estilos, según Hernampérez |
|
Partes de la encuadernación, según Hernampérez |
No se conservan ejemplares de encuadernaciones árabes de la España ocupada, ni tan siquiera de los últimos reinos andalusíes. No obstante, el estilo árabe se mantiene activo en los reinos cristianos de la Península Ibérica gracias a los mudéjares (los musulmanes que quedaron en los terrenos reconquistados) y quizá los judíos (se supone que muchos encuadernadores podían ser de esta religión), y de estos libros sí quedan ejemplares.
|
Ejemplos de decoración aportados en la presentación de Carpallo |
Estas encuadernaciones recogieron las técnicas del gofrado, el estezado (curtir las pieles en seco, a golpes), el fileteado (grabado de líneas en seco) y el dorado, con las que realizaron dibujos geométricos (lacerías, trenzados, dibujos), y las mezclaron con estilos cristianos. La piel podía recubrir por completo la madera, o sólo el lomo y un tercio de la portada (como si se tratara de una holandesa). Hace poco la Biblioteca Nacional ha realizado la exposición titulada Piel sobre tabla, donde se han podido ver las sutiles decoraciones mudéjares que llevan la encuadernación desde la época medieval a la moderna. En red se muestra la
presentación de Antonio Carpallo sobre tipos de decoraciones.
|
Ejemplos de decoración aportados en la presentación de Carpallo |
|
Ejemplos de decoración aportados en la presentación de Carpallo |
Sus decoraciones son variadas. Podemos encontrar portadas con mardorla y cuatro esquinas, lacerías con una estrella central, bandas rectangulares, concéntricas, partidas... A diferencia de las encuadernaciones árabes clásicas, ya encontramos nervios reforzando el cosido. La decoración con oro habría pasado a Italia por medio de encuadernadores españoles a fines del s. XV.
|
Maqueta de la versión en pergamino |
|
Detalle del remate de la esquina interior |
Hay otra versión más barata de estas encuadernaciones, que eran las realizadas en pergamino. El material, imposible de decorar por hierros golpeados como en el cordobán, les llevó hacia otras soluciones artísticas y, al mismo tiempo, estructurales. Estos libros vuelven a tener una solapa, pero los dibujos se realizan por medio de cosido de tiras de pie o pintados, con motivos muy sencillos de cruces y estrellas.
En algunas ocasiones los libros llevaban cierres. Se sabe que usaron broches metálicos anclados en la tapa, unidos con pasadores de badana y remates metálicos. También utilizaron cierres de solapa rígida, de solapa blanda, tiras atadas o botones de piel. Igualmente destaca en su acabado los cosidos con tiras de piel sobre las portadas (y que servían tanto como adorno como para sujetar la estructura exterior de pergamino).
|
Maqueta de encuadernación morisca de pergamino |
|
Remate de esquina interior del pergamino sobre tela arpillera |
Tras ser obligatoriamente bautizados a finales del siglo XV, los musulmanes que quedaron en España pasaron a conocerse como “moriscos”. Se conservan pocos ejemplares de encuadernaciones mudéjares-morisca, pero parece que, aunque siguieron utilizando pieles, la riqueza decorativa no llegó a ser la misma. Ya he hablado con anterioridad (en la entrada sobre los
descubrimientos de las bibliotecas moriscas) sobre la falta de estudios sobre estas encuadernaciones, de las que no sé más que los detalles de la que hicimos con Hernampérez en la Universidad Complutense de Madrid, pero parece que también hubo encuadernaciones de carterita en piel fina.
|
Recreación del s. XIX |
|
Obra del taller Galván |
A partir del siglo XIX, se volvieron a reutilizar motivos mudéjares en encuadernaciones de inspiración histórica. Los últimos estudios sobre sus estructuras van mejorando el carácter histórico de las reproducciones, pero aún falta mucho por hacer, partiendo de un hecho tan básico como tener un catálogo descriptivo de las encuadernaciones que se conservan, entre bibliotecas y archivos, de estas joyas de nuestra historia.
|
Esquema de cosido con cadeneta |
|
Detalles de cortes tintados, de la presentación de Carpallo |
P.D. Tras haber terminado este escrito, me han pedido que explique un poco sobre las encuadernaciones que he hecho. Deciros que todas estas maquetas las realicé en los cursos sobre encuadernaciones históricas de la Universidad Complutense de Madrid, en cursos dados por
Arsenio Sánchez Hernampérez entre otros. Tras dejar esto claro, paso a tratar de las estructuras.
|
Encuadernación abierta |
|
Cabezada de chevrón, con el "alma" sobre el que se cose aún puesto |
Las encuadernaciones árabes de carterita se cosían con una simple cadeneta y se pegaban al lomo. Llevaban unos papeles decorativos en la parte interior que ocupaban toda la contratapa excepto en las zonas donde doblaban, que iban reforzadas con una tira de piel. Otra variante es que el papel funcionara casi como una guarda, con una guarda volante muy corta. La encuadernación abría de derecha a izquierda, porque en el Islam se escribe de derecha a izquierda, y su forma de abrir los libros es justamente la contraria a la nuestra.
|
Detalle de hierro |
|
Fragmentos de pieles con decoración, históricas |
El volumen que veis que tiene la decoración de la portada de la primera fotografía se realizaba poniendo un hierro sobre un trozo de piel muy chiflada y con una buena carga de engrudo debajo. De esta forma se colocaba en la portada y se le daba presión (en nuestro caso, lo podemos hacer metiéndolo en prensa. El volumen se puede hacer con el dibujo hundido o sobresaliendo. Esto depende de si el hierro tiene resaltado el dibujo o el fondo de éste. Si no se van a hacer dorados con este diseño, se pueden hacer en otros materiales más baratos que el hierro, ya que no se va a usar con calor. Otra decoración llamativa que tienen son las cabezadas estilo chevrón, que se cosen poniendo un "alma" sobre el que ir pasando los hilos (este refuerzo se podía quitar y dejar luego sólo el cosido).
|
Encuadernación mudéjar de pergamino |
|
Interior de la encuadernación mudéjar |
Por otra parte, la encuadernación mudéjar de pergamino se cosía directamente al lomo, colocando unos refuerzos exteriores de piel y realizando un cosido recto, sin cadenetas ni nudos. En la fotografía de la derecha se puede ver el detalle de cómo se pegaban por dentro las tiras de piel con las que se habían cosido las decoraciones.
En cuanto a la encuadernación morisca, el ejemplar que hicimos carecía de guardas, y se pegaba al lomo. En la contratapa iba reforzada con tela, y tenía una cabezada a dos colores. La maqueta tiene dos formas de rematar la dura piel de cerdo que lleva, sin rebajar: de forma recta (como he puesto más arriba) y con una estilo "de corbata". En su caso, la tapa de la cartera iba "blanda", es decir, sólo la piel, sin ningún material reforzándola desde el interior.
Bueno, espero que os hayan servido las explicaciones.
Para los que quieran completar la información:
- Karin Scheper, The Technique of Islamic Bookbinding ebook, 2015.
-François DeRoche, Islamic Codicology – an introduction to the Study of Manuscripts in Arabic Script, Londres: Fundación de la Herencia Islámica Al-Furquan, 2005
- María Isabel Álvaro Zamora, "Encuadernaciones mudéjares", Artigrama, 23, 2008, pp. 445.481. (http://www.unizar.es/artigrama/pdf/23/3varia/03.pdf)
- Hossam Mujtâr al-Abbâdî, Las artes del libro en al-Andalus y el Magreb, adrid, Ediciones El Viso, 2005
Muy bonito
ResponderEliminar