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Bolsillo medio-recto, en sentido vertical |
Coincidiendo con los Días Europeos de la
Artesanía, comienza este nuevo rumbo de mi blog. Y vamos a
empezar por lo más sencillo: aquellas encuadernaciones que cualquiera puede
hacer en su casa con unas tijeras, papel y algo de pegamento. Internet está
lleno de DIY explicativos, ya sea por escrito o en vídeo de cómo realizar
álbumes para scrapbooking. Para quien no lo sepa, el scrapbooking es ese
entretenimiento procedente de EEUU, que consiste en hacer álbumes con recortes
y fotografías. Parece algo simple en un principio, pero tiene algo que
"engancha" y, como bien saben sus fieles seguidoras, una empieza
pegando una foto y, sin darse cuenta..., en un salto espacio-temporal de
película, se encuentra viendo un vídeo sobre cómo realizar letras dimensionadas
con polvos para embossing y pistola de calor. Las scrapbookers bien lo saben, y
están a la última en cuanto a técnicas decorativas se refieren. Yo debería
llamar a mi línea de álbumes para scrap: "Amarás a TimHoltz sobre todas las cosas". ¿Tú te crees que acaba de sacar para esta
primavera unos "huevos pintos" decorados con tintas al alcohol?
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Bolsillo en bisel |
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Bolsillo de esquina |
Un elemento fundamental para una buena encuadernación scrap es tener algún
tipo de bolsillo donde poder meter recuerdos y recortes de todo tipo. Aquí no
vas a aprender cómo hacerlos, pero sí tendrás una visión global de los estilos
que puedes utilizar. Y lo mismo sirve para cualquier encuadernador, ya que a veces
es necesario añadir un bolsillo a la encuadernación (en la contratapa anterior
o posterior), ya sea porque tenemos que guardar en ella un CD, o la usamos para
conservar nuestros pequeños recuerdos de un viaje. Mientras sean materiales que
no abulten demasiado, tendrán cabida en nuestro libro.
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Bolsillo con muesca |
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Bolsillo cerrado y con zona de pliegue
en la baseº |
Eso sí, deberemos saber,
antes de realizar la encuadernación, cuánto ocupará (más o menos) lo que vaya
en el bolsillo, ya que tendremos que prever ese grosor cuando calculemos la franquicia (la zona donde se doblan las portadas al abrir y cerrar). Sólo de esta forma se consigue que la libreta siga cerrándose
sin dificultad aunque tenga dentro los papeles que se nos haya ocurrido meter.
También es bueno conocer de antemano qué uso le vamos a dar
al bolsillo, para escoger cuál es el tipo que mejor se amolda a nuestras
necesidades. Por ejemplo, un medio
bolsillo recto puede ir colocado tanto en vertical como en horizontal,
puede hacerse de gran tamaño y permite guardar en él papeles grandes. No
obstante, si queremos conservar un CD, es preferible optar por un bolsillo que
lo cubra por completo (para que no se raye), al cual le podemos añadir una
pequeña muesca que nos facilite
su extracción.
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Incisión |
Otras veces, la elección de uno u otro estilo tiene una
finalidad puramente decorativa. Así, nuestras hojas sueltas pueden meterse
tanto en bolsillos cortados con bisel,
como en esquina. Ambas opciones son una versión del medio bolsillo recto, y
tienen su misma función de conservar los papeles dejando una parte fuera para
que podamos saber a primera vista qué tenemos ahí guardado. Todo lo contrario son los bolsillos con cierre, que ocultan a la vista por completo su contenido, eso
sí, dándole el mayor grado de protección.
Una forma original de realizar un bolsillo es mediante dobleces (estilo origami), aunque suele quedar un espacio pequeño para guardar papeles. Para meter más cantidad de materiales tenemos los bolsillos
con fuelle, cuya doblez lateral
va ampliando el compartimento según se necesite. Otra forma de guardar un buen número de papeles es incluir
varios bolsillos del estilo medio-recto superpuestos,
a distintos niveles, para que en todo momento los papeles queden a la vista
pero bien sujetos.
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Bolsillo de origami con forma
de corazón |
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Bolsillo-faja |
En cuanto a los materiales más gruesos, se suelen sujetar con
bandas, que son tiras de papel,
piel, o goma elástica, que circundan el objeto como una faja. Por último tenemos las incisiones, que son una abertura en el recubrimiento de la
contratapa. Esta incisión debe ir reforzada por dentro con una cartulina para
que no se rompa, y sirve para introducir en ella la tapa trasera de cartón de
un bloc de notas que tiene el lomo en la parte superior. Es muy común, en este
tipo de encuadernaciones, añadir un lápiz o bolígrafo sujeto por medio de faja.
¡OJO!: Un detalle que puede quedar bien es realizar el bolsillo en acetato o en plástico para que se vea todo o parte de lo que contiene.
Qué, ¿creías que existían tantas posibilidades? Pues hay ésas
y más. En OjoDeva escogemos la que mejor se adapta a cada uno de los proyectos que
hacemos justamente porque partimos de un conocimiento en profundidad de hasta
de los mínimos detalles como éste. Espero que a ti también te haya servido, y
te haya ayudado a escoger el bolsillo perfecto para añadir a tu encuadernación.
¡Nos vemos en la próxima entrada!
Adorei ler essa matéria, muito obrigada.
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