CÓMO PREPARAR LAS TELAS PARA ENCUADERNAR

Tela de algodón laminada con papel kraft, por Ojodeva

Una de las preguntas más recurrentes que me suelen hacer es cómo preparo una tela normal para encuadernar con ella. En las tiendas de encuadernación se venden telas ya preparadas, con papel pegado en su zona posterior (si quieres, clica aquí y consulta la entrada del blog donde trato de ellas). Esto es así porque las telas son muy porosas y, si les echásemos directamente la cola en su zona posterior, sin papel por medio, correríamos el peligro de que la cola traspasase la tela y manchase la zona que queda a la vista. Esto es lo que sucede cuando tratamos de encuadernar con telas no preparadas, sin laminar, es decir, a la que no se les ha pegado el papel por detrás. En estas líneas vas a aprender cómo se lamina la tela y en qué ocasiones no hay que hacerlo.


LAMINACIÓN (PAPER BACKING)
Un primer paso que deberás siempre dar es lavar la tela: si es nueva servirá para quitarle el apresto; si es reciclada, la limpiarás de cualquier porquería. Después de lavarla, habrá que plancharla, hasta dejarla muy lisa. Prepara también tu área de trabajo, colocando algo que se pueda ensuciar sobre la mesa (plástico, papel...), ya que el pegamento va a llegar sí o sí hasta la mesa. Después escogerás el papel para el laminado. Yo uso el papel kraft de envolver, eso sí, el que no es satinado (no pasa nada si está satinado por una de las caras) y está verjurado. Se distingue fácilmente porque no brilla y, a la luz, se ven las líneas formadas por la verjura. También se pueden usar papeles de "seda", u otros papeles que sean absorbentes, resistentes y poco gruesos. Yo corto el papel y la tela formando un rectángulo que pueda coger fácilmente entre mis manos (así que mejor no trabajes con formatos superiores a 1 metro). He visto ejemplos de gente que corta la tela mayor que el papel. Yo, en cambio, corto el papel mayor que la tela y, así, aprovecho hasta la última esquina de la tela. Ahora, antes de ponernos a pegar, deberemos comprobar el tipo de tela que tenemos entre manos. Siempre es preferible escoger telas naturales (lino, seda, algodón...). Aquí vamos a ver varios vídeos con estilos distintos de laminación:

TELAS DE SEDA
Las telas de seda son muy delicadas, y la cola las traspasa y las mancha más fácilmente. Es por ello que no es recomendable usar cola en estos casos, sino adhesivos menos "sucios", como la metilcelulosa o el engrudo. El método de trabajarlas viene de la laminación oriental, que distribuye el adhesivo con espátulas o brochas alargadas.
En el vídeo de Sage Reynolds vemos cómo trabaja sobre cartones que le sirven de base, corta la tela más pequeña que el papel, usa engrudo y una espátula para esparcirlo; lo echa sobre el papel y luego sobre la tela, y después coloca el papel sobre la tela. Termina quitando las arrugas con un rodillo. Es la forma que más se acerca a cómo yo lamino y, por tanto, el estilo que recomiendo (ya sea con engrudo o con otro adhesivo):

Jim Escalante muestra un vídeo muy semejante, aunque él usa metilcelulosa como adhesivo y, en vez de echar el adhesivo en los dos materiales, lo pone sobre el papel y la tela sólo la humedece:

Una de las telas de seda más conocida en encuadernación es el muaré. Se puede laminar si lo vamos a usar para forrar tapas o cajas de conservación. Pero, si lo vamos a colocar como hoja de guarda, lo pegaremos a la primera hoja de respeto (en la hoja volante), y al papel de tiro en la zona interior de las tapas. Eso sí, mejor sin cola, ya sabes.
Por último, otra forma de trabajar es echar la cola sobre un cristal y luego poner la tela encima, para que coja solo el adhesivo necesario. Luego se pega al papel. Viene explicado en este blog.

TELAS DE ALGODÓN O LINO
Son las telas que más se suelen laminar y usar en encuadernación. En los vídeos vamos a ver cómo la gente usa cola y pone la tela sobre el papel. Además, suelen humedecer antes el papel, la tela o ambos ya que, aunque se usa una cola bastante aguada, los materiales no se humedecen tanto como con el engrudo o la metilcelulosa, y necesitamos que se estiren todo lo posible con la humedad antes de pegarlo (es decir, que "vayan a su ser").
El primer vídeo de ejemplo es la forma de trabajar de Silvia Borghi, que humedece el papel antes de echarle cola. En su caso, la tela es mayor que el papel, coloca la tela sobre el papel, y aprieta para pegar con una plegadera:

Algo semejante es la forma de trabajar de El libro rojo de Aline: corta el papel más pequeño que la tela, pone la tela sobre el papel, usa cola, y aprieta con una plegadera. En su caso, humedece tanto el papel como la tela antes de empezar a trabajar.

Por último, dos métodos de laminar que no recomiendo: con Heat and Bond (una lámina adhesiva que se adhiere por medio de calor), y poniendo cola directamente a la tela. La lámina adhesiva no tiene tanta calidad adherente como la cola o el engrudo, y hay que tener cuidado con su "durabilidad". Y echarle cola directamente a la tela, la mancha y estropea, así que no le veo el sentido a laminarla si ya se estropea antes de trabajar con ella. Estas dos soluciones las aporta el canal de Dibujando con Delein y, como digo, no recomiendo en ningún caso utilizar:

En todos estos casos, tras laminar la tela y dejarla secar, trabajaríamos con ella al igual que si fuera una tela ya preparada para encuadernación.


PEGADO DIRECTO
A pesar de todo lo explicado con antelación, hay algunas telas que, por una razón o por otra, no necesitan ser laminadas.Vamos a ver qué hacer en estos casos especiales:

TELAS MUY GRUESAS

Ponemos el cartón sobre la tela

Echamos cola en el cartón y dejamos que
coja mordiente

Si tenemos telas muy gruesas como, por ejemplo, la vaquera, no necesitaremos laminarla para trabajar con ella. Incluso es peor ya que el laminado la engrosaría aún más, y la encuadernación abriría con dificultad. En estos casos es preferible echar cola sobre el cartón y espera a que coja mordiente (es decir, que seque algo, lo justo para que pierda humedad y coja adherencia). En cuanto la superficie esté poco brillante pero pegajosa, la colocaremos sobre la tela y apretaremos (mira cómo queda este ejemplo en la entrada que escribí sobre cómo reciclar telas).

TELAS CON TRAMA MUY ABIERTA
La anterior técnica también la soporta la tela arpillera pero, como en su caso tiene la trama muy abierta y se ve el cartón con cola que está debajo recomiendo dos trucos: colocar un papel debajo del mismo color que la arpillera; o usar engrudo como adhesivo. Si no lo haces así, el brillo de la cola se notará entre la trama de la arpillera y quedará mal.

Tela sobre tela

Por otra parte, hay telas con una trama enormemente abierta, como la gasa o el tul. En estos casos, siempre habrá que poner algo debajo. Yo uso otra tela, con la que hagan contraste. Como no quiero que se vea el pegamento, sólo pongo algo de pegamento en la vuelta de la encuadernación (en la zona interior de las tapas) y en la zona del cajo. Hay que estirar bien la tela cuando la peguemos, para que quede tensa. De esta forma, sujetaremos el tul por unos pocos puntos, y quedará suelto por el resto, sin verse el pegamento por ninguna parte. Es la forma en que trabajé la libreta que ves en la imagen, que tiene debajo una tela blanca de encuadernación y encima un tul de puntos negros pegado tal y como acabo de describir.

TELAS PEGADAS SOBRE ACOLCHADO

Tela acolchada

Otra técnica que nos puede dar problemas es si queremos trabajar sobre acolchado. Por mi experiencia personal, si la tela está laminada previamente, el acolchado queda "acartonado", y suena, ya que el papel pega contra la espuma que hemos puesto debajo. En estos casos recomiendo dos opciones:
- o ponemos la cola sobre el acolchado y esperamos que coja mordiente antes de poner directamente la tela sobre él
- o ponemos la cola sobre las vueltas y el tomo
Es decir, cualquiera de las dos forma de trabajar anteriores. De esta forma, no se pierde la sensación "mullidita" de la tela sobre la espuma que se ha puesto sobre el cartón. En estos casos es muy importante que estires muy bien la tela cuando la pegues a la vuelta ya que, al tirar de ella por los laterales, el acolchado desciende al final de los cartones, dejando un aspecto biselado.

OTROS DETALLES A TENER EN CUENTA
- Cuando pegas una tela a las tapas de un libro es preferible trabajar con una plegadera de teflón. Si das directamente sobre la tela con una plegadera de otro tipo te van a salir brillos. Si no tienes la de teflón, entonces coloca un trozo de papel o tela fina entre la plegadera y la tela de encuadernar, para impedir que se produzcan estos indeseables brillos.
- Si no quieres que, tras cortar la tela, se te deshilache por el borde (por ejemplo, cuando la vamos a poner en las tapas de una encuadernación holandesa, donde se va a ver este borde), coge un poco de cola con el dedo y pásala por todo el canto, a favor de las fibras. De esta forma, sellas la tela y los hilos no te volverán a molestar más.
- Deja la tela secando bajo una tabla con peso, para que no se arrugue. En la forma de trabajar de Sage Reynolds no es necesario, ya que el papel queda pegado a la base de cartón, y así se estira.

Espero que los datos te hayan sido de utilidad. Para cualquier cosa, aquí estamos. ¡Saludos!