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EL SENTIDO DE LA FIBRA DE LOS MATERIALES Y SU IMPORTANCIA EN ENCUADERNACIÓN

Fibras en un papel
Si todavía no sabes lo que es el sentido de la fibra, o no lo compruebas cuando estás encuadernando, es que, entonces, aún no has aprendido a encuadernar. El conocimiento de cómo son los materiales con los que trabajamos y de cómo se comportan es absolutamente necesario si se quiere hacer una verdadera encuadernación de calidad. Si trabajamos a "contrahilo", es decir, en contra de las fibras del material, nuestra encuadernación va a tener una serie de fallos que, puede que los veas al instante, o puede que salgan posteriormente, cuando el producto le llegue al cliente; y ni sabrás por qué han aparecido. A continuación voy a explicarte qué es el sentido de la fibra, cómo afecta a una encuadernación, y veremos algunas formas de saber en qué sentido se encuentra.

El material que más suele relacionarse con la fibra es el papel, pero también el resto de productos fabricados con pasta de papel, como las cartulinas o el cartón. Pero no es el único caso: también nos va a ocurrir con la madera y con algunas telas.

QUÉ ES EL SENTIDO DE LA FIBRA
Papel de fibra de kozo, un arbusto japonés,
de Barna-Art
Hilo de una tela
La fibra no es lo mismo en cada uno de los materiales. Como digo, la más conocida es la de los materiales celulósicos (papel, cartulina, cartón). El papel se fabrica con productos vegetales, que están compuestos de fibras. Estas fibras pueden ser cortas o largas, y más o menos visibles. Las fibras más cortas proceden de la industria maderera, de árboles como el eucalipto, el abedul, haya, chopo... No miden más de 2 mm de largo, y producen papeles que se rompen fácilmente. Dentro de la industria maderera también existen las fibras largas, como las del abeto o el pino, que miden entre 3 y 5 mm y dan papeles más resistentes. Pero, en encuadernación, se suelen preferir papeles que proceden de la industria no maderera, ya que tienen fibras más largas y, por tanto, más resistentes al rasgado y a las tensiones: los arbustos (como se hacen los papeles japoneses o chinos), el algodón (con fibras de unos 12 mm), el lino (cuyas fibras pueden llegar a los 60 mm)... Si clicas en este enlace, verás las fibras, al microscopio, de distintos papeles.
Dibujo de cómo se va alineando la fibra en un sentido durante
la fabricación del papel, en ibookbinding
Si el papel se fabrica en una máquina, las fibras se suelen orientar, según el movimiento de los tambores, y hacia la dirección en la que avanza el papel en la máquina, durante el secado.  Es como si se "peinasen" las fibras del material mirando en un mismo sentido. En las zonas donde no hay fibras, el material tiene menos resistencia, por lo que es más fácil plegarlo siguiendo estas "líneas" de menor resistencia. Por contra, si lo intentamos plegar "en contra de la fibra", "contrafibra" o a "contrahilo", nos encontraremos con zonas de mayor o menor resistencia, dependiendo de las fibras que atravesemos, lo que nos producirá un plegado con mayor resistencia por unos lugares que por otros y, por tanto, irregular.
No todos los materiales tienen el sentido de la fibra muy pronunciado. En algunos casos, como puede ser en los papeles japoneses hechos a manos, la mezcla de las fibras es mas caótica, y es más complicado saber si tienen una dirección concreta de la fibra.
Como los papeles se venden en un formato rectangular, el sentido de la fibra puede ir en paralelo al lado que más mide, o en el que menos. En inglés se denominan "long grain" ("grano largo") cuando el sentido de la fibra es paralelo al lado más largo, y "short grain" ("grano corto") cuando la fibra es paralela al lado más corto. En castellano no suelen especificarlo al vender el material, pero es importante saberlo ya que, dependiendo del sentido de la fibra, podremos sacar más o menos pliegos de un folio. Si no se especifica en la tienda, pregúntalo; no vayas a darte cuenta, luego, de que te salen menos pliegos de los calculados y tengas que terminar cortando a contrahilo (que estropea el resultado) o comprando más material (que encarece lo que fueras a hacer). Si el material sigue la normativa, el primer tamaño que aparece en su descripción sería la dirección contraria a la fibra. Es decir, en un papel de 297 mm x 210 mm (un formato DINA4) la fibra sería del tipo "short grain, mientras que en un papel de 210mm x 297mm, la fibra sería del tipo "long grain". Pero poca gente conoce estas especificaciones y las cumple, así que siempre es mejor preguntar.
Sentido de la veta en la madera
Esto en cuanto a los materiales celulósicos. Respecto a la madera, hablaríamos más bien del "sentido de la veta", que también tiene "long grain" y "short grain", que tendremos que tener en cuanta cuando hagamos tapas en madera. Y en la tela de encuadernación tenemos la fibra del papel de su zona posterior, y y la dirección del hilo que la forma, lo que nos afecta cuando recubramos las tapas con tela. No obstante, la tela suele ser un material al que no se le nota mucho el sentido de la fibra por lo que, muchas veces, te darás cuenta de que es complicado encontrársela. Siendo así, no te preocupes, y úsala en el sentido que quieras.

CÓMO AFECTA EL SENTIDO DE LA FIBRA EN UNA ENCUADERNACIÓN
Un papel de guardas colocado a contrahilo. El papel se ha
ondulado en la zona del cajo
Cuando encuadernamos, hay dos grandes "acciones" que afectan al sentido de la fibra. Una de ellas es el plegado: lo que pleguemos que vaya en contra del sentido de la fibra nos causará problemas, tarde o temprano. Y otra es el pegamento: a la hora de usar pegamento, el material se va a humedecer y esto hace que ese estire en sentido contrario al de la fibra. Esto lo vamos a tener en cuenta a la hora de colocarlo para pegar, y a la hora de tomar medidas (ya que, dependiendo del tipo de material, se va a estirar más o menos).
En una buena encuadernación el sentido de la fibra tiene que ir paralelo al lomo tanto si el material está cubriendo las tapas por fuera, como si lo ponemos como hojas de guarda.


Plegado a favor de la fibra (bien) y en contra de la fibra (mal)
También cuando realicemos los cuadernillos de dentro del libro. Y esto afecta, de igual forma, al mundo de la impresión. Cuántas veces una imprenta no ha tenido en cuenta el sentido de la fibra a la hora de imprimir un libro, y éste termina formando unos pliegos llenos de ondulaciones. Si vas a tratar con una imprenta, aclara muy bien con ellos cuál es el sentido de la fibra que necesitas, y que no te den gato por liebre para ahorrar ellos en papel. Un pliego plegado a contrahilo puede darnos varios problemas: el pliegue queda más imperfecto, no recto; si cerramos el libro, el pliego se abre, no puede permanecer cerrado; si abrimos el libro, el pliego se cierra; la hojas se ondulan por la zona del lomo con la humedad, tanto ambiental, como si les echamos pegamento (en el lomo, por ejemplo).
Plegado incorrecto (a la izquierda) y correcto (a la derecha)
de los pliegos. En el incorrecto, los pliegos se levantan, Imagen de Bookbinding 101
Otro de los momentos que debemos tener cuidado es al colocar el cartoncillo (la "estracilla") del lomo. Si cortamos este cartoncillo a contrahilo, el lomo quedará lleno de pliegues, cuando lo amoldemos al lomo redondeado. Y, si encima le colocamos un material fino como la piel, tenemos un desastre asegurado.
Por otra parte, es mejor que el sentido de la fibra del material que cubre la tapa y el que está debajo tengan el mismo sentido (paralelo al lomo). Si no, se crearían dos fuerzas contrarias que podrían terminar rompiendo o distorsionándose de alguna manera.
Como ya dije al comienzo de esta entrada, el problema lo podemos ver mientras encuadernamos, o lo descubre, posteriormente, el cliente. A veces, un libro sale perfectamente del taller, pero llega en pésimas condiciones al cliente, con todos estos fallos que he ido relacionando. Esto es debido a que las condiciones medioambientales afectan al material, sobre todo el grado de humedad del ambiente. Si, por ejemplo, trabajamos en un ambiente seco, no vamos a ver cómo la humedad distorsiona unos papeles plegados a contrahilo. Sin embargo, si el cliente vive en un lugar húmedo, va a descubrir, con horror, que su libro se ondula y se estropea, o se termina rompiendo al poco por la zona del cajo. Por eso no debemos guiarnos por lo que veamos a la hora de encuadernar, sino siempre, SIEMPRE, comprobar el sentido de la fibra de los materiales con los que vayamos a trabajar. De otra forma, a veces tendrás suerte y tus libros no se deformarán, y otras tantas veces, la casualidad jugará en tu contra. Y, eso, dista mucho de ser un profesional de la encuadernación.

CÓMO SE SABE QUÉ SENTIDO TIENE LA FIBRA DE UN MATERIAL
Hay varios métodos para comprobar el sentido de la fibra.
- Plegando un poco el papel sobre sí mismo, sobre la mesa. Hay varias formas de hacerlo. Yo coloco el papel sobre la mesa, y lo pliego sobre sí mismo, de arriba a abajo. Cuando nos cuesta menos plegarlo, es el sentido de la fibra, de arriba a abajo. Puedes verlo en el siguiente vídeo:
El método del plegado sirve también para comprobar materiales gruesos como el cartón.

Métoo del trozo de papel humedecido
Método del lateral humedecido.
Imagen de ibookbinding
- Método del trozo de papel humedecido: Se corta un pequeño rectángulo de un lado del papel. Se comprueba hacia dónde se pliega tras haberlo humedecido (también se hace con cola blanca).
-Método del lateral humedecido: Se humedece un lateral y el otro del papel. El que no se ondula es la dirección de la fibra. Estos cambios que se producen en el papel al humedecerse ocurren porque el papel tiende a estirarse en sentido contrario a la fibra, ya que las fibras se hinchan más de ancho que de largo .
Método del rasgado
- Método del rasgado: Rasga el papel en un sentido y luego en el otro. Mira a ver qué roto queda más recto. Ése será el sentido de la fibra.
- Método del rascado: Coge un lateral del papel con dos dedos, y rasca durante unos segundos. Haz lo mismo en un lateral en el otro sentido. Mira a ver qué lado se ha ondulado menos. Ése será el sentido de la fibra.
En el siguiente vídeo, en inglés, se explican varios métodos, entre ellos el de rascado:


Método de caída, sobre la mesa
Método de caída sobre la mano. Imagen
de Portalchambril
- Método de caída, sobre la mesa: Se coloca el papel al borde de la mesa, sujeto con un peso por arriba. Se mira hasta dónde cae. Si cae mucho, el sentido de la fibra es en horizontal. Se puede hacer lo mismo cogiendo dos trozos de papel, de un lado y de otro, con la mano. El que más se pliegue, es el que tiene la fibra en horizontal.
Si tenemos un papel verjurado (con verjura) se puede ver dónde quedan las líneas blancas (que coinciden con el sentido de la fibra). Puedes ver un vídeo de Sheriff Afifi, donde se muestran varios métodos, entre ellos éste. Además, también se enseña qué ocurre cuando se pliega a contrahilo o se humedece el lateral de un papel a contrahilo.

Hay más métodos, pero con que encuentres uno que te vaya bien, te sirve. Espero que la idea te haya quedado clara y que nunca más se te ocurra encuadernar sin tener en cuenta el sentido de la fibra.

7 comentarios:

  1. Al fin alguien que se preocupa por los "detalles". Gracias totales.

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  2. Muchas gracias por el aporte! Hace poco empecé a encuadernar y en los talleres que fui no explicaron esto, era algo que me preocupaba.

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  3. muchas gracias por la aclaracion muy buen material

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  4. Quiero saber si en un papel de 60 gr. que no va encuadernado (no se va a utilizar en libro ni revistas), se debe tener en cuenta la fibra para imprimirlo en offset y luego plegarlo?(este producto son los insertos que van dentro de los medicamentos)

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  5. Las tapas siempre deben tener fibra en perpendicular al lomo, caso contrario se curvan hacia afuera levantandose. Está errado en el articulo decir que debe ir en paralelo al lomo. Para evitar el "resquebraje" en plegado de lomo se debe laminar, como acabado adecuado, y/o marcar con instrumento de pliegue, el área a plegar, para que la hoja no se dañe.

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    1. justo se me presenta esa duda. Alguna fuente donde pueda ampliar este punto por favor

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  6. Caso de encuadernación rústica con cola caliente (hojas sueltas). La fibra del papel ¿debe ir en perpendicular al lomo para facilitar la apertura del libro?

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