También hay material interesante en el blog de Erin Fletcher, donde hace un estudio pormenorizado de alguna de las encuadernaciones de Jan Sobota. A lo largo de esta entrada, iré añadiendo un enlace a cada uno de sus post.
Jan Sobota nació en Checoslovaquia, y allí aprendió a encuadernar con Karel Silinger. Su formación fue clásica, dentro del bloqueo cultural existente durante el comunismo. En 1977, tras leer New Directions in Bookbindings, de Philip Smith, empieza a experimentar con los libros-objeto. Esta manera de encuadernar, dando formas esculturales a sus estructuras, va a caracterizar la mayoría de su producción. Cuando vemos uno de sus trabajos, nos encontramos con un mundo llenos de sorpresas y sentidos.Por ejemplo, para la encuadernación de las obras de Perrault, editadas en 12 pequeños libros, Sobota realizó una caja con aspecto de castillo. Nada en esta caja se ha dejado al azar. El castillo es donde vivía Perrault y, por las esquinas de su interior, no sólo encontramos los libros, sino también los personajes que viven dentro de ellos o imágenes del escritor y del dueño del castillo. Cada uno de los libros se guarda en una de las ventanas, y la caja se revistió con piel de varios colores.
No todo lo que hizo Sobota fueron miniaturas, cajas y libros-objeto. Él trabajo perfectamente las encuadernaciones clásicas, sobresaliendo por su gran decoración. Destacaba, sobre todo, en el mosaico en pieles de colores, uso de texturas diversas, tintado de los materiales e la incorporación del oro en la portada. No es raro, por tanto, que ganara varios concursos de encuadernación con sus maravillas, como el Helen Warren.
Pero, por lo que más se conoce a Jan Sobota últimamente, es por sus innovaciones en la construcción de estructuras. La más nombrada es la encuadernación con estructura de doble o triple tapa. Tienes una versión en doble tapa en nuestro curso de encuadernaciones originales. Gracias a esta clase de encuadernaciones, inspiradas en una estructura antigua, podemos trabajar con distintos niveles decorativos en la tapa, por las distintas capas que la forman. Si tienes dinero, puedes asistir a una de sus clases, en Checoslovaquia, o asistir a alguno de los cursos que imparten los pocos que conocen esta forma de encuadernar.
Pero no todo es Jan Sobota. También Jarmila es encuadernadora y tiene un trabajo que sigue bastante los pasos de su marido. Así, vemos de nuevo cómo de sus manos salen libros-objeto, portadas en tres dimensiones, mosaicos, tintados y dorados. No sé muy bien si el estilo de la pareja se fue formando a la vez, o si uno de ellos llevó las riendas y el otro le siguió. La cuestión es que trabajan sobre unas mismas formas y estilos. Debe de ser complicado el mantener tu propio estilo cuando compartes cama y plato con otro encuadernador (aunque no imposible, y ahí está, por ejemplo, Frida Kahlo, pintando en su estilo tan particular, al lado de Diego Rivera). Si quieres ver más ejemplos de Jarmila, puedes entrar en su página web.
Por último decirte que, si eres un rico bibliófilo, puedes conseguir algunas de sus miniaturas, que están a la venta. Por desgracia para la mayoría de los mortales, el precio de sus encuadernaciones se salen de nuestro presupuesto y debemos conformarnos con observar sus bellos libros a través de la red.
Interesante nota! No los conocía.
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